lunes, 9 de julio de 2007

Citófonos

Volvió a tocar el cinco. Primera vez que lo repetía. Ya todos los días se detenía frente al mismo citófono, reluciente y antiguo, al caminar de vuelta de la oficina. El barrio Merced estaba lleno de ellos, pero ese era el que más le gustaba. "¿Aló?", dijo una mujer de voz dulce. "Hola, ¿Teresa?" preguntó él. "No, te equivocaste... No, no hay problema, chau". Sacó su libreta y tachó "Teresa" de la lista. Algún día acertaría al nombre, ella lo dejaría subir y le abriría su puerta, la obligaría a recordarlo de alguna parte y se enamoraría de él. Y si no quería, le haría lo mismo que a Ana, la del deptartamento doce. Total, citófonos eran lo que más tenía.